¿Te apetece un viaje por las mejores bodegas de Castilla y León?
Nuestra aventura:
Recorrer cuatro bodegas de la Ribera del Duero para descubrir qué ofrecen a los viajeros más curiosos.
Empezamos por las Bodegas Valdubón, en las afueras de Milagros (Burgos), junto al río Riaza.
La bodega ofrece visitas donde veremos las cepas que hay a sus pies, dispuestas “en espaldera, con estacas y alambres, para trabajar a nuestra altura”.
La visita termina en un salón donde iremos probando tres variedades de vino acompañados de una tabla de quesos.
¡¡No te parece un planazo!!
El viaje continúa en Dehesa de los Canónigos, en las afueras de Pesquera de Duero (Valladolid).
La historia familiar de la empresa se remonta desde el siglo XIX hasta la actualidad, la bodega tiene su origen en una antigua finca agrícola regentada por veintidós monjes canónigos que motiva su nombre “donde está la iglesia siempre hay vino”.
El recinto está lleno de obras de arte, muchas de Julio Galán. Lo iremos visitando desde los propios viñedos hasta el interior de las bodegas, pasando por sus bonitos jardines interiores y terminando en un impresionante salón interior donde procedemos a la cata de sus vinos, todo acompañado de unos deliciosos canapés de manillas de cerdo, torreznos, quesos…
¡¡¡Salivando estoy!!!
Nos trasladamos hasta las inmediaciones de Sardón de Duero, en Valladolid. Allí encontraremos Abadía Retuerta, que además de bodega es hotel de lujo, spa y restaurante, motivos que le han llevado a ganar varios galardones.
Nuestra cata la haremos en el espectacular espacio de la iglesia, donde daremos cuenta de su blanco y su tinto acompañados de estupendos aperitivos.
El viaje termina visitando las bodegas de la marca insignia, Protos.
Esta pionera bodega en Peñafiel (Valladolid) tiene 3 kilómetros de bodegas subterráneas bajo el monte, tras atravesar una pequeña parte museo de las instalaciones de Protos, vamos recorriendo muchos de estos pasillos bajo tierra, plagados de barricas y lugares tan curiosos como la Sala de los Consejeros (donde se reúnen desde que se formó la empresa) o el lugar donde tienen botellas reservadas a amigos ilustres de la compañía como Fernando León de Aranoa e Iñaki Gabilondo.
La visita finaliza haciendo la cata de sus vinos acompañados de platos tan originales como las croquetas de jamón ibérico con leche de oveja y la ensalada de perdiz escabechada.
Gran sabor de boca para emprender el viaje de vuelta.